Eternidad. Belleza. Femineidad. Pureza. Paz. Devoción. Suerte.
Son algunos de los significados místicos que se le atribuyen a las flores de esta planta utilizada desde los tiempos de los Egipcios, que las utilizaban para acompañar el proceso de momificación de sacerdotes, reyes y personalidades de su sociedad que merecían a su entender, ser acompañados por la belleza y la pureza en el camino que recorrerían los cuerpos al morir y luego al deteriorarse. Colocar flores de lavanda dentro de las gasas y telas que envolvían a estas personas especiales, les garantizaba que sus almas fueran acompañadas eternamente por la belleza.
Más adelante los griegos aplicaron las bondades de su fragancia para perfumarse. Solía ser el perfume femenino por excelencia.
Los irlandeses personificaban en ella a la Diosa de la fertilidad a la cual le ofrecían en sus altares las flores de Lavanda como ofrenda máxima. Los rituales celtas dedicados a esta Diosa llamada Âine centraban sus alabanzas y peticiones para atraer atributos físicos, o lograr cumplir sus deseos.
Más adelante, en la edad media, los monasterios eran los lugares predilectos para la plantación de esta planta que se utilizaba como una planta medicinal. Su significado de protección y salud data de siglos atrás.
Las mujeres de la Realeza la utilizaban para aromatizar su lencería y era un producto de lujo, por lo que la Lavanda se convirtió en un aroma distintivo de la época que se relacionaba directamente al poder y la riqueza.
Productos para el nerviosismo, la ansiedad y el estrés.
...un aroma único.
Actualmente, si bien es una planta menos exclusiva, no ha dejado de reconocerse en ella el enorme potencial curativo y el aroma particular que la hacen una de las fragancias favoritos de herboristas, perfumistas y su uso se extiende hasta en los productos cotidianos de cuidado personal y del hogar.
En épocas donde la Lavanda gozaba de una reputación muy, muy exclusiva y de poco alcance para las personas de bajos recursos, se utilizaba en los palacios y casas de gobierno para lustrar las enormes estructuras de madera que solían ser inmensas bibliotecas, casas de la alta sociedad e incluso iglesias.
En aquel entonces, que una dama recibiera como regalo un ramillete de flores de Lavanda, simbolizaba la pureza del sentimiento del que las ofrecía, aun si la dama no correspondía a este amor, las flores guardaban un símbolo de lealtad hacia ella, pudiendo su amado estar dispuesto a guardar su amor hasta que ella así lo decidiera, si es que algún día lo hacía. Este hombre podía con ese simple gesto prometer guardar castidad a la espera de la respuesta de su amada.
En nuestros días estas flores y toda la planta en si son de fácil acceso y cultivo, no es raro ver cómo crecen silvestres a la orilla de las rutas y carreteras una de las 60 especies de Lavanda que se han identificado.
Se pueden reproducir fácilmente en el hogar y en algunos países se destinan grandes parcelas de tierra al cultivo exclusivo de Lavanda. Sus usos y bondades tienen un impacto comprobado, tanto en aspectos físicos como emocionales. Su versatilidad y suavidad hacen que esta planta promueva tanto la serenidad en un bebé al poner sus capullos floridos debajo de su almohada, como también en la más potente ansiedad de un adulto actuando como un maravilloso sedante ligero y equilibrante emocional.
La lavanda en la cocina
Desde una infusión relajante y levemente sedante, hasta un helado de lavanda, sus usos no tienen límites si dejamos que esta planta nos guíe en el descubrimiento de las infinitas utilidades y beneficios que nos aportan sus hojas, flores, raíz, en fin…Lavanda en su totalidad.
Helado de lavanda, puede sonar un sabor demasiado floral, y verdaderamente lo es.
Solo imaginar el tenue color alilado de un almíbar de flores de lavanda invita a probar la suavidad y sutileza de su sabor.
HELADO CREMOSO DE LAVANDA.
INGREDIENTES
- Leche. 260g
- Crema de leche 400g
- Flores de lavanda c/n
- Azúcar. 150g
- Yemas 6u.
Llevar a ebullición la leche con la crema y las flores de lavanda. Batir las yemas con el azúcar y agregar la leche y la crema calientes. Mezclar bien y volver al fuego hasta lograr que la preparación nape la cuchara al revolver. Llevar a máquina turbinadora de helados hasta que la preparación logre enfriarse y formar la consistencia deseados.
Victoria Gonzalez.
Chef Pastelera
Herborista especializada. Fitoterapeuta. Aromaterapeuta
La versatilidad y capacidad de adaptación son un motor en mi vida. La pasión por el arte y la naturaleza simple de las cosas complejas que pensamos que mueven nuestro mundo, me motivan a indagar y explorar mis propios comportamientos y mis movimientos erráticos ( a simple vista). Analizo la realidad en forma divertida y sencilla, a veces mas reflexiva ,otras mas jocosa. Escribo, cocino, pinto, estudio, llevo a mis chicas a la escuela...vivo, sueño y voy creando mi propia realidad! Comparto mis conocimientos en un programa de radio, intercambio opiniones con amigas, planteo puntos de vista bastante locos, según veo algunas caras!!🤔🤣🤣. Elijo el camino todos los días! Por eso cada uno de ellos me lleva a descubrir nuevas perspectivas. Aprender, entender, compartir y un día ..partir!
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Claudia (miércoles, 17 julio 2019 15:14)
Muy buena publicación, me encantó la receta! Felicitaciones por la página.
Victoria González (miércoles, 17 julio 2019)
Gracias! Claudia!! Animate a probarlo!����
Ana Maria Soca (miércoles, 17 julio 2019 16:39)
Lavanda en helado??? Lo voy a probar solo por la intriga! Jamás se me habría ocurrido. Espero que no quede un sabor muy amargo. El té de lavanda es medio amargeti. Gracias por la idea.
Victoria Gonzalez (miércoles, 17 julio 2019 22:30)
Ana María,no le tengas miedo a los sabores!!! Solo vé probando la intensidad en la decocción de crema y leche,pon flores de a poco y filtra antes de mezclar con las yemas.